“Es tiempo de actuar, y en Cuaresma actuar es también detenerse. Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo. Por eso la oración, la limosna y el ayuno no son tres ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura, de vaciamiento: fuera los ídolos que nos agobian, fuera los apegos que nos aprisionan. Entonces el corazón atrofiado y aislado se despertará”. (Papa Francisco)

El miércoles 14 de febrero la Comunidad Educativa del CSR, inicia la Cuaresma, tiempo especial que nos propone la iglesia a todos los cristianos, un espacio que nos prepara para la Pascua del Señor -la Resurrección- mediante la oración, el ayuno y la entrega al prójimo; es el tiempo de conversión.

Se celebró la Eucaristía, la cual fue presidida por el Padre José Antonio Rincón Ochoa, Rector, acompañado por el Diácono Jovani Cuéllar Peña, Capellán. Esta fue la oportunidad perfecta para agradecer a Dios por tantas bendiciones recibidas, tal como lo expresó el Padre José Antonio en la homilía, donde también exhortó a toda la Comunidad Educativa a vivir estos 40 días de preparación y camino hacia el encuentro de cristo, mediante acciones concretas de cambio, que nos permitan ser verdaderos testigos del amor de Dios en cada uno de los contextos donde nos desenvolvemos y así dar respuesta al llamado que se nos hace con la imposición de la Santa Ceniza. «Conviértete y cree en el Evangelio» (Mc 1, 15) son las palabras que marcan nuestra frente, que acogen el don gratuito de la salvación que Dios nos ofrece y que nos impulsa a renovar y a recorrer –junto a Jesús– el camino hasta llegar a la Pascua de Resurrección.